CHACAREROS

Carla Bettino / Diciembre 2022

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  Sin dudas esta obra de la colección llama la atención por su  distinción respecto a las demás que completan la donación. En lo que respecta a la temática Rebuffo presenta en esta estampa algo recurrente en su obra, una pareja de trabajadores ligada al campo. Pero a diferencia de otras en las que siempre los personajes están situados de manera clara y sólida en un espacio que los contiene, en este caso la única indicación espacial es algo que aparece representado en el fondo de la imagen, que podríamos asociar a un árbol quizás debido a las líneas onduladas y ramificadas y la textura presente en su formato.  Esta última característica, las marcas de la madera, le dan un aspecto único y una visualidad particular. Como afirma Dolinko, “en  la imagen xilográfica se pone en un primer plano la imbricación del trabajo manual del artista, la carga sensible del material y su remisión a lo orgánico desde las texturas de la madera, sus vetas y nudos”[1]. Podríamos situar una marca autoral en estas huellas del material sobre el soporte, en este negro que aquí  no es pleno y en las líneas que, a diferencia de las que vemos en otros grabados del artista, son menos firmes y más vibrantes. En este sentido, se evidencia el beneficio expresivo que supo encontrarle a las vetas de la madera, recurso visual que previo a los años sesenta el artista no aprovechaba[2]. A su vez, el interior de las figuras, presentadas de manera lánguida a diferencia de la robustez que lo caracteriza, está construido a partir de una trama de líneas regulares que se entrecruzan y funden con la textura natural de la madera. Los rostros presentan un plano de sombra y unas pocas líneas sintéticas que marcan sus facciones. Dentro del conjunto hay un claro contraste en la ubicación y los límites que marcan y destacan las manos, aquellas que son utilizadas para el trabajo rural y en las que se condensa la lucha social en sus grabados.

  El drama en esta obra se  refleja  en lo aparentemente inacabado, en las huellas, en lo no dicho de ese espacio circundante, en la soledad de la pareja que, pese a no tener nada que los sostenga a su alrededor, se acompaña en su discurso social de denuncia.

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[1] Dolinko, Silvia “El grabado, una producción híbrida como problema para el relato modernista” en: Revista Crítica Cultural, Vol 4 Nº1, Junio 2004,  p.195. Disponible https://sites.google.com/site/arteprocomun/-el-grabado-una-produccion-hibrida-como-problema-para-el-relato-modernista-por-s-dolinko

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[2] Dolinko, Silvia menciona que Rebuffo comienza a utilizar la textura del material a la vez que una mayor síntesis en el planteo de las figuras a partir de la década de los sesenta. Silvia Dolinko “Revisiones del discurso gráfico” en: Víctor Rebuffo y el grabado moderno, Buenos Aires, Fundación Mundo Nuevo, 2008, p.93